Los líderes legislativos republicanos de Carolina del Norte abandonan sus esfuerzos por ampliar el juego legal en el estado. En su lugar, están a punto de aprobar un presupuesto final que renuncia a las propuestas de expansión del juego y activar la cobertura de Medicaid para cientos de miles de personas.

Errores del Partido Republicano

Los representantes del Partido Republicano tanto en la Cámara como en el Senado se han enfrentado a una plétora de desafíos al intentar conseguir los votos necesarios para autorizar nuevos casinos y regular las máquinas de juego. Los intentos de ampliar el juego en el próximo presupuesto o inaugurar un proyecto de ley independiente se han enfrentado a una oposición fuerte.

El juego en Carolina del Norte

El estado ya cuenta con 3 casinos operativos gestionados exclusivamente por entidades tribales: la Banda Oriental de Indios Cherokee y la Nación India Catawba. Esta propuesta de juego crearía lo que se iba a denominar “distritos turísticos rurales”, en los que podrían haberse construido locales de juego junto con numerosas urbanizaciones. Los legisladores incluyeron inicialmente disposiciones para los tres casinos de Anson, Nash y Rockingham, pero el texto sugería otras opciones que podrían haberse explorado, como uno gestionado por la tribu Lumbee. El líder del Senado, Phil Berger, que cree que esta es la forma más prudente de avanzar, ha citado el éxito de un casino de Danville, Virginia, como un ejemplo para sopesar el coste y los beneficios de ampliar los casinos.

Los beneficios de la expansión

Los promotores coinciden en que cada unidad habría generado al menos 1.750 puestos de trabajo y más de 500 millones de dólares en inversión privada.

Además, los propietarios de las máquinas de juego autorizadas en la propuesta habrían obtenido una licencia y estarían legalizados por la comisión estatal de loterías. Un dato importante es que el análisis fiscal realizado por el personal de la Asamblea General demostró que los fondos estatales habrían mejorado en varios cientos de millones de dólares anuales.

Oposición a la ampliación

El gobernador demócrata, Roy Cooper, se ha opuesto notablemente a la ampliación y ha impulsado su propia agenda para desarrollar Medicaid. El próximo presupuesto se ha fijado para llevar a buen término los objetivos de Cooper y cualquier obstáculo a este éxito, como incluir esta propuesta de expansión del juego, se ve como un tipo de amenaza. La posición de Cooper y sus aliados se consolidó cuando firmó un acuerdo en marzo que establecía que para que se produjera cualquier expansión era necesaria una legislación aprobada con un presupuesto. En aquel momento, los esfuerzos de ampliación no habían ganado la suficiente tracción como para plantear una oposición. John Rustin, miembro del Consejo de Política Familiar de Carolina del Norte, elogió estos cambios legislativos y declaró: “Los legisladores aguantaron, bajo una presión extrema, para proteger a nuestro estado de los estragos, la adicción y la industria depredadora que representa el juego”.

Críticas

Esto demuestra la firme opinión que mantienen muchos legisladores de todo Estados Unidos contra la expansión o incluso la legalización de la industria del juego. Sin embargo, a raíz de los enormes beneficios a los que se renuncia, Berger criticó duramente la decisión de los legisladores responsables con las siguientes palabras: “Estaba bastante claro que los hechos eran casi irrelevantes en cuanto a lo que las propuestas supondrían para las zonas rurales. He llegado a la conclusión de que en un ambiente así es improbable avanzar”.

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