Novak Djokovic empezó su carrera hacia el récord del 25º título individual de Grand Slam en el US Open con una contundente victoria sobre Radu Albot en la primera ronda. La superestrella serbia, empatado con 24 títulos con Margaret Court, aspira a asegurar su lugar como líder indiscutible en la historia del tenis.

A sus 37 años, Djokovic sigue desafiando las expectativas y muestra la resistencia y la habilidad que han definido su carrera. Su victoria sobre Albot por 6-2, 6-2 y 6-4 supuso su primera aparición en la pista desde que 23 días antes conquistara el oro olímpico en París, una hazaña que él mismo describió como su “mayor logro deportivo”. Sin embargo, el US Open presenta un nuevo desafío para Djokovic, ya que busca su primer título de Grand Slam del año, después de haber mantenido una racha de ganar al menos un major anualmente desde 2017.

Cuotas de las apuestas a ganador del US

El camino de Djokovic hacia la victoria tuvo momentos de tensión. A pesar del marcador relativamente sencillo, cometió 10 dobles faltas y 40 errores no forzados y solo un 47% de primeros saques válidos. Estas estadísticas indican áreas a mejorar a medida que avanza el torneo. Además, las condiciones de humedad en el estadio cerrado Arthur Ashe pareció molestar a Djokovic. Se le vio hacer gestos de frustración hacia su palco de jugador durante todo el partido. También sigue llevando una rodillera, recordatorio de la operación a la que se sometió en junio.

Noche histórica de Djokovic en Flushing Meadows

A pesar de los problemas, la experiencia y la determinación de Djokovic fueron evidentes. En el primer set, que duró solo 33 minutos, consiguió un doble break antes de sacar. Albot, número 138 del mundo, amenazó brevemente con la remontada en el segundo set para igualar a 2-2, pero Djokovic respondió con cuatro juegos consecutivos para asegurar el set. El tercer set estuvo más reñido. Albot salvó cinco puntos de partido antes de que Djokovic rompiera finalmente en el 3-3. El partido concluyó cuando el reloj marcaba la medianoche en Nueva York, una hora que Djokovic señaló con humor en su entrevista posterior al partido. “Me encanta jugar sesiones nocturnas, pero igual no tan tarde”, bromeó Djokovic al reconocer la resistencia necesaria para actuar a esas horas. No obstante, expresó su gratitud a los aficionados que se quedaron a apoyarle y nombró el ambiente único de los partidos nocturnos del US Open. “Es el estadio más grande, sin duda el más ruidoso de la historia de nuestro deporte”, añadió y alabó la energía eléctrica del público del Arthur Ashe. Esta victoria también permitió a Djokovic establecer otro récord, al conseguir el mayor número de victorias (78) de un jugador masculino en la pista principal de Flushing Meadows. A medida que avanza para enfrentarse a su compatriota Laslo Djere en la segunda ronda, la mirada de Djokovic sigue puesta en la historia. Con cada partido, aumenta lo que está en juego, por el título y el legado de uno de los más grandes campeones del tenis. El camino de Djokovic en el US Open es algo más que la búsqueda de otro trofeo; es una batalla para consolidar su estatus como el jugador más laureado de la historia de este deporte.

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