Star Entertainment se declara finalmente culpable por infringir la normativa con 7 cargos distintos. Los operadores de dos de los casinos más grandes de Queensland acusados de autorizar numerosos pagos de fichas con tarjetas de crédito, acción ilegal según la ley de Control de Casinos de 1982.

El artículo 66 de esta ley prohíbe específicamente la compra de fichas con tarjetas de crédito. La Fiscal General Sharon Fentiman declaró:

El Gobierno de Queensland se compromete a garantizar que los casinos de Queensland funcionen de forma legal, ética y con los niveles de integridad y confianza pública más altos.

El Gobierno de Queensland anuncia que estas infracciones reiteradas duraron más de dos años. La primera ocasión tuvo lugar entre junio de 2017 y diciembre de 2018 y se repitió de nuevo más entre marzo y abril de 2022. Se declaran culpables tras más infracciones legales instigadas por el grupo, que recibió una orden judicial en diciembre con la elección entre una acción disciplinaria de 100 millones de dólares o mejorar sus prácticas empresariales. Star Entertainment, que sigue abierta, contrató a un directivo independiente, Nicholas Weeks, como supervisor. Estas infracciones anteriores tampoco eran poca cosa, entre ellas una transacción encubierta de China UnionPay, que se registró como gastos de hotel, aceptar “grandes apostantes” cuya participación era ilegal en otros estados, y demás acusaciones graves sobre infracciones según los programas contra el blanqueo y la financiación del terrorismo. Muchos de los ejecutivos de Star Entertainment también están en el punto de mira de las fuerzas del orden por negligencia grave a la hora de mitigar el riesgo. Se acusa a la dirección de la empresa de incumplir sus responsabilidades en materia de prevención del blanqueo y otras actividades delictivas conexas.

Una serie de acontecimientos desastrosos para la empresa, por no decir otra cosa. El Centro Australiano de Informes y Análisis de Transacciones (AUSTRAC) acaba de poner en marcha una nueva unidad centrada en la lucha contra el blanqueo de capitales. Una cuestión que muy probablemente tendrá consecuencias aún peores, ahora o en el futuro.